Los estudios nos muestran que en torno a 4 de cada 5 corredores pueden sufrir lesiones debido a que las zapatillas no se ajustan a su estilo de correr. Si entiendes cómo se mueven y pisan tus pies te ayudará a encontrar las zapatillas que tengan la clase de sujeción correcta para ti.
Supinadores
El lado exterior del talón golpea el suelo a un mayor ángulo con poco o nada de giro hacia dentro (pronación), lo que provoca una fuerte transmisión del impacto a lo largo de la parte inferior de la pierna.
Despegue: presión en los dedos pequeños en el exterior del pie.
Lesiones: fascitis plantar, estrés medial de la tibia, esguince de tobillo.
Tipo de pie arcos altos.
Neutros
El pie pisa en la parte exterior del talón y entonces se gira hacia dentro (prona) para absorber el impacto y soportar el peso del cuerpo.
Despegue: distribución uniforme desde la parte delantera del pie.
Lesiones: menos probables debido a la absorción efectiva del impacto, pero los corredores neutros no son inmunes a las lesiones.
Tipo de pie: arcos de tamaño normal.
Pronadores
El pie pisa en la parte exterior del talón, luego se gira hacia dentro (prona) excesivamente, transfiriendo peso al borde interior de la bola del pie.
Despegue: el dedo gordo y el segundo dedo hacen la mayor parte del trabajo.
Lesiones: estrés medial de la tibia, fascitir plantar, juanetes, espolones calcáneos.
Tipo de pie: arcos bajos o pies planos.
Desgaste de los supinadores: Sobre todo en el borde exterior de la zapatilla.
Desgaste de los neutros: Se encuentra en un patrón “en forma de S” del talón exterior al dedo gordo.
Desgaste de los pronadores: Se encuentra sobre todo cerca del dedo gordo, en el interior del talón y debajo de la bola del pie.
Cómo determinar tu tipo de pronación
La mejor forma de saber más acerca del tipo de pie que tienes es mediante el análisis de la pisada, donde un experto analiza la grabación de vídeo de cómo corres. Los patrones de desgaste no proporcionan una panorámica completa, pero pueden dar pistas sobre el impacto de tu estilo de correr.
Esto te puede dar una idea de dónde puede que necesites sujeción y amortiguación adicionales en tus zapatillas de running.