
¿Cada cuánto tiempo hay que cambiar las zapatillas de running?
28 de junio de 2021
Te han llevado a vivir aventuras bajo la lluvia, el sol y la nieve, por caminos de tierra, por la ciudad y por campos embarrados. Pero, por desgracia, en cuanto aparecen las primeras señales de desgaste, sabes que ha llegado el momento de decirle adiós a esas zapatillas que tanto aprecias.
Te han llevado a vivir aventuras bajo la lluvia, el sol y la nieve, por caminos de tierra, por la ciudad y por campos embarrados. Pero, por desgracia, en cuanto aparecen las primeras señales de desgaste, sabes que ha llegado el momento de decirle adiós a esas zapatillas que tanto aprecias.
Los corredores experimentados suelen intuir cuándo es el momento de renovar el calzado según las señales que observan en las propias zapatillas y la sensación que se tiene al correr con ellas. Si no lo tienes claro, te explicamos cuándo hay que cambiar las zapatillas para correr y cómo identificar un par de zapatillas que ya no están en su mejor momento.
¿Por qué debes reemplazar tus zapatillas para correr viejas?
A medida que las zapatillas para correr se desgastan, sus sistemas de sujeción empiezan a estropearse:
- Grietas en el mediopié: la zona central de tus zapatillas ofrece mucho apoyo al arco del pie. Cuando empiezan a aparecer grietas, ya no proporcionan el apoyo que necesitas.
- Las zapatillas se desequilibran: la forma en que tus pies entran en contacto con el suelo puede hacer que una zapatilla se desgaste más rápido que la otra, con lo que tus pies no reciben el mismo apoyo y tu cuerpo deja de correr sobre una superficie regular.
- Mayor riesgo de sufrir molestias y lesiones: correr con un par de zapatillas desgastadas puede someter a tus piernas y pies a un esfuerzo innecesario que aumenta el riesgo de lesiones.
- Menor amortiguación: con el tiempo, incluso l as mejores zapatillas para correr dejan de ofrecerte la misma amortiguación que cuando eran nuevas. Si el sistema de apoyo de la zapatilla se desgasta, corres el riesgo de sufrir daños y dolores en tus pies y articulaciones.
- Menor agarre: es inevitable que la suela de tus zapatillas se desgaste con el uso, lo que aumenta el riesgo de tener un resbalón, sobre todo en superficies mojadas.
- Los pies bailan dentro de las zapatillas: al final de su vida útil, la estructura exterior de las zapatillas puede terminar cediendo, lo que hace que tus pies queden más sueltos y aumenta la presión ejercida sobre estos y los músculos de las piernas.

¿Cuándo debes reemplazar tus zapatillas para correr?
Lo más recomendable es cambiar tus zapatillas de correr cada 300 o 500 kilómetros. Para que te hagas una idea, eso equivale aproximadamente a la distancia que recorres al entrenar para una maratón. Tras esta distancia, la mayoría de las zapatillas de correr sufren un desgaste importante y ya no ofrecen el tipo de apoyo que necesitas. Cuanto más pese tu cuerpo, tendrás que reemplazarlas más a menudo que una persona más ligera.
¿Cómo puedes saber cuándo has corrido 300 o 500 kilómetros?
Si no eres de los que suelen anotar las distancias después de cada carrera, o si cambias de ruta en cada salida, descargar la aplicación ASICS Runkeeper te resultará muy útil. Esta app registra cada kilómetro que corres y recopila datos sobre la distancia recorrida a lo largo del tiempo.
Señales de que necesitas unas zapatillas para correr nuevas
¿No tienes clara la distancia que han soportado ya tus zapatillas viejas? Hay ciertos indicios que te indicarán el tiempo que les queda o si ha llegado el momento de cambiarlas.
- Empiezas a sentir dolor al correr: esta es una de las señales más claras de que necesitas renovar tus zapatillas para correr. Si nunca antes has sentido dolor y no has tenido ninguna otra lesión ni hecho grandes cambios en tu rutina de entrenamiento, puede deberse a que tus zapatillas ya están desgastadas. Esta será la causa más probable, especialmente si notas molestias en ambas piernas. Cuando el dolor se localiza en ambas rodillas en particular, es una señal de que el sistema de amortiguación de tus zapatillas ya no funciona.
- La malla superior presenta desgarros: si encuentras desgarros en el tejido alrededor de la puntera, es señal de que tus zapatillas ya están en las últimas. Notarás que tus pies están más sueltos y ya no reciben la sujeción que necesitan.
- Las zapatillas ya no se sostienen planas en el suelo: coloca tus zapatillas en el suelo y observa cómo se quedan. Las zapatillas nuevas suelen mantenerse rectas, mientras que unas viejas se quedan cojas o se hunden notablemente.
- La entresuela está blanda y parece aplastada: la entresuela es la parte que hay entre la suela y la plantilla. Si las comparas, verás que la entresuela de tus zapatillas viejas estará blanda y parecerá aplastada, mientras que, en unas zapatillas nuevas, aún mantendrá la rigidez y la forma.
¿Es hora de jubilar tus zapatillas para correr?
Es muy importante llevar unas zapatillas para correr de apoyo para reducir el riesgo de lesiones y correr con la postura correcta. Si las tuyas están en las últimas, quizás va siendo hora de empezar a buscar un nuevo par de zapatillas. El buscador Shoe Finder de ASICS te ayudará a encontrar las más adecuadas para ti.
¿Significa eso que debes tirar tu viejo par? No hace falta. Todavía puedes seguir usándolas para caminar o para cuidar del jardín. Si ni siquiera sirven para eso, recíclalas depositándolas en el contenedor de ropa usada.